Hoy regresando al blog, tenia mucho tiempo sin escribir.
Hace poco fui a Caracas, mi ciudad de la furia como siempre le digo, siempre la añoro y la extraño, cuando estoy allá siento que nunca me fui de allí,pero llega un momento en que ya no la aguanto. La Ccs mía, la que dejé, ha cambiado tanto. Se ha vuelto tan indiferente a tantas cosas que ya no creo conocerla.
Pero al salir y pasear por sus calles y ver ese contraste de rostros y emociones, de situaciones y deseos, de ansias y pensamientos....pienso....que nos pasa? porque no retomamos el camino.
Es increíble ver como las personas andan como de mal humor, contestan mal, andan como a la defensiva siempre. Esto no es mas que el reflejo de nuestra situación.
Utilice el metro en muchas ocasiones y recogí mil impresiones...
Los amigos hablando.
La parejita besándose jurandose amor eterno.
La viejita cansada que apenas puede dar algunos pasos.
El músico.
El señor que viene del trabajo con cara de cansancio, pensando en llegar rápido a casa a descansar.
Los chamos en su conversación de cosas cheveres y viendo sus respectivos blackberries! .
Las señoras que vienen de su trabajo con las bolsas de las pocas cosas que pudieron comprar, pensando en llegar a casa y pensando en sus hijos.
El que huele a licor.
El que pide colaboración.
La muchacha embarazada.
La que tiene el bebe y no le dan el puesto.
La que entra como con 3 muchachitos tratando de ordenarlo sin perderlos de vista
Los universitarios y sus deseos de comerse al mundo.
El señor sentado leyendo el periódico tapándose la cara para no ceder el puesto a nadie.
El muchacho con la música el celular en alto volumen.
Las amigas hablando el alto costo de la vida.
El niño llorando.
El que lleva sus audífonos puestos.
El que se quedo dormido, quizás sale de su casa a las 4:30 am.
Pero todos en el mismo saco, intentando soñar y tratando de conseguir sus anhelos,todos llenos de esperanzas, todos con huellas marcadas en sus rostros, todos tratando de sobrevivir al sistema.
Hace poco fui a Caracas, mi ciudad de la furia como siempre le digo, siempre la añoro y la extraño, cuando estoy allá siento que nunca me fui de allí,pero llega un momento en que ya no la aguanto. La Ccs mía, la que dejé, ha cambiado tanto. Se ha vuelto tan indiferente a tantas cosas que ya no creo conocerla.
Pero al salir y pasear por sus calles y ver ese contraste de rostros y emociones, de situaciones y deseos, de ansias y pensamientos....pienso....que nos pasa? porque no retomamos el camino.
Es increíble ver como las personas andan como de mal humor, contestan mal, andan como a la defensiva siempre. Esto no es mas que el reflejo de nuestra situación.
Utilice el metro en muchas ocasiones y recogí mil impresiones...
Los amigos hablando.
La parejita besándose jurandose amor eterno.
La viejita cansada que apenas puede dar algunos pasos.
El músico.
El señor que viene del trabajo con cara de cansancio, pensando en llegar rápido a casa a descansar.
Los chamos en su conversación de cosas cheveres y viendo sus respectivos blackberries! .
Las señoras que vienen de su trabajo con las bolsas de las pocas cosas que pudieron comprar, pensando en llegar a casa y pensando en sus hijos.
El que huele a licor.
El que pide colaboración.
La muchacha embarazada.
La que tiene el bebe y no le dan el puesto.
La que entra como con 3 muchachitos tratando de ordenarlo sin perderlos de vista
Los universitarios y sus deseos de comerse al mundo.
El señor sentado leyendo el periódico tapándose la cara para no ceder el puesto a nadie.
El muchacho con la música el celular en alto volumen.
Las amigas hablando el alto costo de la vida.
El niño llorando.
El que lleva sus audífonos puestos.
El que se quedo dormido, quizás sale de su casa a las 4:30 am.
Pero todos en el mismo saco, intentando soñar y tratando de conseguir sus anhelos,todos llenos de esperanzas, todos con huellas marcadas en sus rostros, todos tratando de sobrevivir al sistema.
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